Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

28.12.13

Y se fue el 2013


Ahora sí, este es el último post del año y me cuesta creerlo. Faltan solo unos días para que se vaya el 2013 y sin embargo, aún espero que estos pocos días me sorprendan. De vacaciones y rodeada de la gente que quiero, no puede estar mejor. Es la manera más "perfecta" que encontré para despedir el año que puedo titularlo: el año extraño.

El año pasado fue "el año del boxeo", porque no faltó derechazo limpio de los días que pasaban. Fue un año que golpeó con fuerza, pero no me quedé atrás. Si me levante una vez pude hacer cuantas veces la vida quisiera tratar de hundirme, pero sí que cuesta.

El anterior a ese fue "el año de la ilusión", pues uno no se casa todos los años no? Los preparativos y momentos nuevos que viví durante ese año impar me parecieron los mejores. Ahí "descubrí/creí" que los años impares eran los mejores, pero hoy me doy cuenta que no es así. Pueden haber años impares que parecen perfectos pero siempre tendrán algo de gris en sus días, no todo siempre puede ser color de rosa, sino sería una mera película de Hollywood. Y también, hay años pares, que por más que parezcan los peores de la historia, tienen sus toques especiales. Sus momentos para enmarcar como digo últimamente.

Creo que este ha sido un año de cambios, de transiciones en todo sentido. He esperado mucho de este 2013, y creo que la presión no viene bien. Mi táctica debe cambiar y esperar con paciencia sin pedirle nada. Esperar pero con esperanza, nunca dejar que se apague eso que dicen que siempre es lo último que se pierde.

Fue un año de golpes también, de miradas hacia adentro y también de miedos convertidos en vida real. Hubo mucha lágrima de por medio, estrés y tensión por donde se viera y también algo de frustración. Fue así, obviando algunos otros detalles, pero también fue un año de luchas internas que me hacen decir ahora "no me moriré de esto", son cosas con las que se puede vivir y lo que no mata, te hace más fuerte. Ese es el lema final... preciso.

Me voy, mejor dicho el año se va con muchas preguntas en la cabeza. Preguntas que no tienen respuesta como siempre, pero que al final el corazón se encarga de procesar y deja como grandes incógnitas sin sabores amargos. Pero sí me quedo con las enseñanza de lo que fue y lo que no pudo ser. No sé si cerraré el blog, si seguiré posteando 3 por semana, tal vez baje un poco, tampoco sé si mantendré el tema de un libro por mes, porque es algo que me ata y me tensa si no lo termino, y eso es lo que menos necesito, afuera el estrés. No suelo prometer nada, pero si este año nuevo me obligara a hacer una promesa, sería liberarme de las cadenas, ser más tolerante y ver las cosas siempre por el lado bueno, no por el malo. Esos pensamientos, directo al desvío, no hay más.

Tengo fe, y creo con todas las fibras de mi cuerpo que el 2014 será un buen año...
Tiene que ser así...

Feliz año 2014 para todos!!!
Dicen que los deseos y buenas vibras que se dan a los demás, regresan a uno multiplicadas por mil! Mejor si se hacen con el corazón... como lo estoy haciendo ahora! 

26.12.13

Feliz Feliz Feliz Navidad

Un poco tarde pero lo bueno se hace esperar. Y qué mejor que recibir un saludo Navideño un día después de Navidad. Aún la gente se sigue diciendo "Feliz Navidad" en la calle, al teléfono, en la oficina, en las tiendas, etc. 


Mis deseos se han visto reducidos a uno solo, pero es algo que no se puede comprar en ninguna tienda, tampoco por internet ni por un catálogo de productos. Y es que mi deseo es purita FE. Pero eso es para mí, para los demás si tengo muchos deseos y creo que ese ha sido mi problema de toda la vida, la felicidad más grande me la da lo que soy capaz de dar para los demás.  

Y como recordaba hace unos días esperando las 12, dejé de creer en "Papa Noel" cuando hace muchos años, volviendo de la casa de una tía mi papá me dijo "seguro Papa Noel ya dejó todos los regalos bajo el árbol", emocionadísima entré a la casa y lo que encontré fue algo "parecido" al gordo barrigón de barba blanca y traje rojo, pero este no tenía ni barba ni traje. Pancita sí, pero no era él. Era Violeta, la chica que trabajaba en mi casa que por encargo de mis papás bajaría los regalos a una hora prudente cuando no estemos en la casa para darnos la sorpresa al llegar.... la cagó un poco de verdad.

En fin, eso sumado a que un día antes viendo televisión y los miles de comerciales millonarios sobre la muñeca que hacía pis y lloraba cuando tenía hambre, y las millones de barbies que entraban al mercado en las fechas le dije a mi mamá "mami ya no quiero la barbie playera! Ahora quiero esa!!! La barbie cantante!". Ella, mientras plachaba la camisa de mi papá con las cejas un poco hacia abajo me dice con voz de fastidio "Ay no! Ya Papa Noel te compró la otra,muy tarde". Ok, primer indicio que ese gordel era un farsante y solo existía para una zona del mundo. 

El sentido de la Navidad es otro, ahora para mí más que nada es de unión familiar y bueno, de protección hacia mi Bruno (mi perro de 10 años que tiene pánico a los cuetesillos). Cómo es posible que siga siendo un escenario de guerra mundial después de tantos accidentes. La noche del 24 todo es humareda y olor a pólvora con furia. Cartuchos vacíos hasta dentro de mi garage adornan el piso de entrada a la casa al día siguiente. No les basta con un incendió desastroso hace unos años? Quieren otro???

Qué de blanca tiene esta Navidad entonces...

Espero que todos se hayan acordado de saludar a Jesús por su cumple, es él a quien finalmente celebramos y por unos minutos al menos debemos tenerlo en nuestra mente y corazón. Ojo, en los dos lugares a la vez es mejor. Sería bueno que no solo se le recuerde el 25, pero para los que no pisan nunca la iglesia y para los que son de otras religiones igual cuenta. Todos cumplimos años una vez al año, él también.

Y mi mejor deseo es que hayan pasado un 25 feliz y que el 2014 sea un año lleno de éxitos, alegrías y maravillas que no pensaron ciertas. Espero que nos sorprenda a todos de la mejor manera porque lo merecemos... ya es hora de un año para decir: qué buen año carajo!

23.12.13

Peligro

Ya no se está libre en ningún lugar de los robos en la calle. Hace unos días estuvimos en casa de unos amigos en una reunión típica de Navidad. Estacionamos al frente de la casa junto con otros mil carros más solo por 2 horas a lo mucho. Al bajar, nos dimos cuenta que el emblema de la parte delantera no estaba más en su lugar. Nuestro carrito había sido bautizado, violado, y ultrajado. Qué impotencia, qué frustración, pero al final, felizmente que solo fue el emblema. Lo peor vendría al día siguiente...


Todos nos decían que encontraríamos el logo robado (incluso tal vez el mismo que se llevaron) en México, a un precio más cómodo. Pero, darles trabajo a los mismos choros que se pelan de cada esquina cuanto pueden a su paso, no es un buen camino. "Ni vayan a esos lugares, es peligroso y encima te arreglan adelante y te van quitando atrás, así son". Sería un original entonces. 

Al día siguiente, nos desviamos un poco por una equivocación y terminamos pasando por otro lugar en donde también vendían accesorios y demás cosas para carros. La famosa Canadá. Decidimos preguntar simplemente y además aprovechar en ponerle remaches a los demás logos. Se ve horrible, lo sé, pero en este país uno vive condenado y con la soga al cuello. 

El señor (muy "buena" gente él), luego de poner las tachas nos dijo que también tenía emblemas y que si queríamos él lo pedía y nos lo ponía en solo media hora. "Él lo pedía? Al toque nomas". Vimos cómo una camioneta negra con lunas oscuras pasaba lentamente por el taller y al preguntarle al señor si ellos traerían el logo nos dijo que no, que ellos eran unos "clientes". Tanto así eran "clientes" que luego de unos minutos regresaron y ya no solo 2 personas, sino traían a un tercero. Éste se bajó del carro y empezó a decir que teníamos que medir el logo y a la vez, el señor del taller dijo que teníamos que ir a no se dónde y que él nos acompañaría. Lalo no la pensó más y subió al carro diciéndole "Ok, ya está bien", mientras él trataba de abrir la puerta de atrás. "Pon el seguro ahorita", me dijo Lalo mientras iba hacia atrás en un pequeño espacio que había dejado la camioneta. Mientras retrocedíamos el señor seguía intentando abrir la puerta y yo me empecé a desesperar. Algo estaba pasando.

Aceleramos en plena avenida y yo solo atinaba a mirar atrás para cerciorarme que no nos estaban siguiendo. Me temblaba todo el cuerpo y se me había adormecido la lengua (así me pasa cuando estoy en una situación de extremo peligro), Lalo sólo me cogía la mano diciéndome que ya había pasado todo, que ya estábamos en la Javier Prado y nadie nos seguía. 

Nadie sabe qué pudo habernos pasado, tampoco podemos saber al 100% las intenciones de estos tipos. Puede que efectivamente ellos nos iban a traer el logo, pero la primera vuelta que se dieron vieron a un hombre solo con una mujer y pudieron haber visto su "gratificación" delante de sus ojos. Por eso regresaron con un tercer tipo. Pudieron haberse llevado el carro, llevarnos a cada cajero y saquear todo lo que encuentren. Cualquier cosa pudo haber pasado. Pero gracias a Dios, todo ya pasó.

Ahora... a buscar ese emblema original cueste lo que cueste.

20.12.13

Ahora un regalo de Silvino para mí

Hace unos días vino a visitarnos Silvino a la oficina. Fue un día de esos en los que ni al baño se puede ir en paz sin pensar en la siguiente reunión. En esos días, no hay tiempo ni de almorzar un plato normal de comida. Por eso, me senté  por unos segundos mientras enviaba algunos correos y le pedí un par de tostadas a la señora de la cafetería para engañar al estómago. 

Yo esperaba ver a la señora con su bandeja entrando a la oficina, pero en lugar de verla a ella, lo vi a él. Gordito y chiquito con los ojos brillantes como siempre, entró contento diciendo "buenas tarde señorita, le traigo su pan". Y sigo sin entender por qué me da tanta ternura ese niño! Siento que tiene un corazón especial. "Hola Silvino, gracias! Te dio tu mami lo que le mandé para ti?". Al entregarme mi plato se quedó paradito a mi lado mirando hacia otro lugar y bailando sobre sus pies, derecho, izquierdo, derecho izquierdo. Se cogió los deditos de la mano derecha con la que había dejado el plato. Estaba nervioso.

- Sí, señorita. Sí me los dio, están muy bonitos.
- Pero ya los jugaste o todavía no los ves todos.
- Sí, están bonitos.
- Ah, qué bueno! Tienes que hacer tus tareas primero antes de jugar ya?
(Se metió la manito al bolsillo e hizo un poco de esfuerzo en buscar algo que tenía guardado). 
- Es para usted señorita...

Era un robot, hecho de papeles y cartones de forma humana. Estaba listo para sentarse y verme trabajar todos los días desde el porta-lapiceros de mi escritorio. Lo agarré con la boca abierta y lo empecé a examinar sin poder decir una palabra. Hasta que por fin hablé.

- Lo has hecho tú Silvino?
- Sí, yo lo hice.
- Gracias! Está lindo! De verdad me encantó!
- Ya señorita, gracias por los juegos.

Le di un beso y se fue nervioso mirando al piso. De lejos le dije que siempre le haga caso a su mamá y que se siga portando bien en su casa y en el colegio. "Sí, señorita", se iba diciendo asintiendo con su cabeza. Se fue y al cerrar la puerta estallé en llanto. 

Mis amigas me decían que por qué lloraba, que era un gesto lindo del niño y yo entendía, me parecía algo tan bello y genuino que me dio tanto gusto que se me escarapeló la piel hasta las lágrimas literalmente. 


No siempre podemos presenciar momentos que nos hacen entender que este mundo de verdad vale la pena, que no es cierto que venimos solo a sufrir, que en el lugar menos esperado puedes volver a abrir tu corazón y llenarlo de esperanzas. Esas que creíste una y mil veces perdidas.

 Gracias "Silvino"

18.12.13

Dicen por ahí


Una de las cosas más importantes que tengo que hacer está tan solo dentro de mi cabeza. No es difícil y hay miles de formas de practicarlo, solo bastan dos factores muy importantes: querer y poder. Y como todo lo que se quiere se logra, entonces la ecuación está casi ya resuelta.

LLAMA-LO
VISUALIZA-LO
ESPERA-LO
DESEA-LO
SUEÑA-LO
PIENSA-LO
ABRAZA-LO
INTERIORIZA-LO
QUIERE-LO
...
VIVE-LO

Así como está escrito, tal cual. El orden de los factores no altera el producto, pero siempre y cuando se hagan con el alma y el corazón.

Esa es la manera de llegar...



16.12.13

Uno nada más

Es el mes de los deseos.
Y un deseo, por más lejano que esté, es un deseo.


Ya perdí la cuenta de las veces que he mirado al cielo buscando ese puntito que si sale solo sin nadie que la acompañe es un deseo garantizado. No sé si alguna vez algo que he pedido se haya cumplido, no ando apuntando mis deseos en un cuaderno, pero sí que los pido. Un día puedo pedir A y al otro volver a pedir A, pero años más tarde ese A se me olvida (seguro porque ya se me cumplió) y cuando paso a pedir el B, todos mis deseos se vuelven B. Al soplar las velas, al recoger una pestaña que no quiere estar más en el ojo, al ver una estrella fugaz, al entrar por primera vez en una iglesia desconocida, al servir la última copa de vino y soplar la botella pidiendo el deseo para encerrarlo con el corcho nuevamente, entre mil y un cosas más. 

- ¿Qué pediste?
- A, no te digo porque de ahí no se cumple.
- Son tonteras.
- Entonces dime tú qué pediste a ver...
- Lo mismo que tú...
- Espero

A más posibilidades, mejor... ¿no? 

13.12.13

Lluvia morada


Caminaba por la calle a las 11 de la mañana, cuando seguro muchos aún estaban en sus camas o haciendo sus respectivos ejercicios. Yo decidí regresar de una reunión caminando para respirar y oxigenar mi estresado cerebro a punto de estallar.

Me gusta imaginar qué pasa dentro de algunas casas, esas que son de madera con ventanas y puertas chiquitas rodeadas de plantas enredaderas y con un cerco en la entrada, por ejemplo. Imagino que dentro vive una pareja de ancianitos que están sentados a la mesa tomando su taza de té caliente y tostadas con mermelada para dos. Quién sabe, puede que así sea.

Iba caminando con cuidado de no tropezar, a veces los huequitos que hay en las veredas de Lima, traicionan con furia. Yo, y mi taco 12 podemos dar fe de ello. Tratando de hacer mindfulness pensando (valga la redundancia) en una sola cosa a la vez, y viendo simplemente el hoy dejando el ayer atrás y el mañana aún lejos de mí, contaba mis pasos. 

Miles de cosas se me vinieron a la mente, preguntas sin respuestas que traen miedos y pensamientos mágicos que no existen también. Cerré los ojos y solita empecé a darme tranquilidad y paciencia, si no soy yo, ¿quién? 

Pasé sin darme cuenta por un punto especial, un lugar donde la lluvia es morada y no moja. Es diferente, y puedes recoger cada una de sus gotas. Caían sin parar una tras otra y yo sin poder mirar hacia arriba por el sol que estaba asomándose por entre las nubes solo sonreí y pensé que todo pasa cuando tiene que pasar. Justo en ese preciso momento. 


Al pasar el mar de gotas moradas miré hacia atrás y pude ver de dónde venían, al estar en ese extremo dejaron de llover. Es decir, sólo cayeron para mí. 


En esta oportunidad sí fue bueno mirar hacia atrás... A veces el cielo se encarga de mandarnos los mensajes de la manera que sea.



11.12.13

¿Me lees el café?

Así nomas, de arranque me senté y le dije "por ahí me han contado que lees el café...". Abrió los ojos grandes como dos esferas y preguntó con su dejo super marcado "Oh my god! Y jien es el que le ha dicho?". No importa, pero sí o sí me lees. El muchacho se retiró con una tímida sonrisa, después de llevarse la sorpresa de no servirnos lo que siempre pedíamos.



Acostumbrados a pedir los riquísimos tés de manzana y granada con un şekerpare (especie de keke de sémola con almíbar) para compartir, esta vez había prometido hacer algo diferente. Es un lugar lindo y acogedor que no nos deja pasar por el frente sin parar aunque sea unos segundos. 

Hace poco, escuché que ese flaquito con acento extraño leía el café. La pensé muchas veces porque ese café en particular es extremadamente fuerte y amargo. Una tacita chiquitita cargada de café tan oscuro y espeso que parece chocolate. Una vez me acuerdo que Lalo lo pidió y no durmió en toda la noche. Tenía que probarlo, y además, siempre me llamó la atención eso de la lectura de lo que queda debajo de la taza. 

"Mireh señoriah,yo puedo enseñarh com es que los Turcos leemos el café, y si veo algo ya le digoh, Pero no soy experto eh!". No importa, solo quería entender cómo es que se lee una taza de café. "Tráigame un café turco entonces por favor". 

El mismo chico flaquito y Lalo me preguntaban sin parar si estaba segura, porque es super fuerte y además ya eran casi las 10:00 pm y no podría pegar el ojo hasta el día siguiente. "Caray que sí. Yo sí voy a poder dormir". Café a la vena por favor. 

Llegó el chico con la bandeja en las manos y le entregó a Lalo su té y a mí una pequeña tacita con una jarrita a parte y un vaso con agua: "Para quie después lo tomeh, o antes tambiehn. Como usteh prefiera". Quedamos en que le avisaría cuando terminara de tomarlo.



Tomé el primer sorbo imaginándome que era chocolate, pero me equivoqué. Era como tragar brea caliente en bruto. Luego la el segundo, tercer y cuarto trago fue menos traumático, pues a falta de azúcar (no quería ponerle) una cucharadita de sekerpare lo hacía más amigable al paladar chusco de esta perucha. 

Al terminar, el Turco me dijo que pusiera la taza boca abajo encima del platito después de una cuantos leves "giros catatorios". Esperamos unos cuatro minutos a que enfríe y asiente el café y el flaco volvió diciendo "como les digo, yo les puedo decir lo que veo y ustedes me dicen si lo ven también, ahora, los Turcos interpretan, pero yo no tengo aún tanta experiencia. Debo estudiar", finalizó con una sonrisa.

Se dice que muchas veces se pueden ver aves, cuadrúpedos y hasta dragones, se suelen relacionar muchas veces los destinos de cada persona con animales conocidos. Además, pueden aparecer circulitos que representan los ojos de la envidia, o algunas cosas locas que seguro solo ellos pueden imaginarse. 

Dio vuelta a la taza finalizando los minutos de espera y sonrió viendo la taza muy de cerquita. "No sé si tú la ves, pero yo veo una bailarina al parece un poco árabe, bailando delante de una animalito, que parece ser una foca. Lo ves?". Efectivamente los vi.  


Puedo crear mil y un interpretaciones, y ver una y un millón de formas más en mi taza, pero creo que la mejor interpretación que le doy a esto es que así como uno hace su propio camino al andar, uno ve lo que con el corazón quiere realmente ver. Si solo hay bondad dentro de ti, ¿qué cosas malas puedes ver en una taza de café? de eso se trata la vida, de mirar los días con los ojos del corazón. De esa manera, serán solo como uno mismo quiere que sean.

Depende de mí si bailo con los brazos arriba de felicidad o si me tiro a llorar por la primera piedra que pise. 

¿Ven ustedes a la bailarina?


9.12.13

Avalancha de pensamientos

Me siento diferente, soy la misma de ayer, pero me siento diferente. Es una sensación extraña, como si aún no me hubiese despertado del incómodo sueño que tuve de madrugada. Tocando las paredes como a tientas y luchando por no dejar que se me caiga el pantalón ya con el elástico un poco vencido llegué al baño para tomar agua. Sí, a veces necesito lubricar la garganta porque dormir con la boca abierta no es muy recomendable que digamos (además no se ve bonito por ningún lugar), la maldición de tener rinitis me lo restriega en la cara cada noche. De ahí en adelante no logré pegar el ojo hasta que sonó el despertador.


¿En qué pensaba? Ni yo misma sé, estuve en un estado de trance un tanto extraño, pensando en lo que fui y en lo que podré ser en un futuro. ¿Llegaré a ser lo que quiero? El miedo siempre estuvo guardado en la cartera, pero empecé a sentirme distinta en algún momento de mi vida. El miedo no estaba más escondido sino lo llevaba de copiloto en el automóvil de los días que pasan. Siempre ahí, al acecho. Con ganas de ver realidad los peores deseos que llevaba siempre bien guardados bajo cinco llaves.

Ya no soy esa persona valiente y siempre con ganas infinitas de salir adelante. Es decir, las ganas están, esas nunca se pierden porque sino dejamos de vivir, pero ahora mutaron. No son las mismas ganas con la sonrisa en la cara. Siempre lo intento, y la mascara que me pongo delante lo dice. Pero muy en el fondo el verdadero sentimiento es otro. 

Sin embargo, aquí sigo. Despertándome cada mañana sabiendo que el camino que tome el día depende del pie con el que nos levantamos. Depende de la forma de meternos a la ducha y de los colores con los que vistamos. No depende del tiempo que te tome estar metido en el tráfico sino de lo que hagas mientras tanto. Las manos son libres y tienen mucho por hacer aún así sea en un espacio de dos por dos. Depende de uno mismo tener la mente "ahí" en ese lugar o momento que deseamos estar. Dicen que si más piensas más cerca lo tienes, pero creo que es al revés. Mientras más lo "quieres", más se aleja.

Se trata de desearlo con el corazón. Y eso se me tiene que meter en la cabeza, porque nadie tiene "derecho" a nada en este mundo. Me explico mejor, no por el hecho que "los demás" vivan algo que tú aún no, no quiere decir que tu "tienes" que vivirlo. Eso depende de muchas cosas. Entre ellas, a cuál sea tu verdadero destino. Y eso, solo lo sabe el de arriba.

No logro descifrarlo y pienso que ya estoy muy lejos de ello. 
A seguir remando con el intruso al lado. Intruso que cambió de nombre por no querer ser descubierto. El miedo, tiene muchas facetas.


6.12.13

Un regalo para Silvino

Hace unos días escuché una historia que me dejó pensando mucho...


En una zona lejana de Lima, vive un niño (de ahora en adelante Silvino). Él es ese tipo de niño que con solo una tímida mirada y un "buenos días señorita" puede hacer simplemente que un fiero corazón se vuelva de algodón. Es que deja ver su almita noble a través de esos ojitos brillosos y esas manitos rechonchitas con las que recoge los platos sucios. Estoy segura que ese niño es especial. A veces nos visita en la oficina acompañando a su mamá, la ayuda en todo lo que puede menos en bajar vasos y platos que están en los estantes más altos de la cocina. Siempre pregunto por él, y es así como escuché lo que le pasó hace unas semanas...

Silvino estaba en su casa un día por la tarde a la salida del colegio atento viendo televisión mientras lavaba el plato que acaba de utilizar para su almuerzo. Dejó los sobres y papeles que habían dejado debajo la puerta en el cuarto de su mamá para que los vea al llegar del trabajo, pero hubo uno que llamó su atención. "Elektra" le había mandado un sobre cerrado a su familia y él no entendía por qué, por eso se lo dejó a su mamá para que ella vea y le diga qué era. "Él sólo es un niño" como siempre dice Silvino. 

Pasaron unos minutos y llamaron al teléfono de su casa:
- Aló buenas tardes?
- Hola! Has ganado un premio mayor!
- Quién habla?
- Solo tienes que traernos un aparato electrónico viejo y nosotros te damos uno nuevo!
- Elektra?????
-Sí, sí!!! Somos Elektra!
- Sí! Recibimos su carta!!! Qué le tengo que llevar???
- Cualquier artefacto!!! Lo que tú quieras! Televisor, computadora! Todo!
- Ya! Ya sé que llevar! Me dan uno igual nuevo no???
- Sí!!!
- Ya!
- Te esperamos!
- Pero señor! A dónde lo llevo!
- Estamos justo en la esquina de la calle X e Y!
- Estoy cerca!!! Voy para allá!
- Corre! No pierdas tiempo!

Pobre Silvino, cogió ilusionado su Play Station y se lo llevó al hombre del teléfono. Hombre misterioso que resultó ser un timador de primera, un infeliz que se vale de niños para engañarlos. Y así como Silvino llegó a él, se dio media vuelta y con los mismos engaños el hombre desapareció dejando al niño sin Play nuevo, y sin el antiguo. Silvino había sido engañado de la manera más cruel.

"Mamá! Por qué me pasa esto a mí??? Yo sólo soy un niño! Por qué me pasa esto a mí Dios mio!", repetía Silvino a su mamá cuando llegó del trabajo. Felizmente, unos días después gracias a Dios recibieron un regalo de una noble persona, alguien que también tiene el corazón de algodón se conmovió con su historia y le repuso el Play a Silvino. 

Esto me llegó realmente al corazón y no dejaba de imaginarme al pobre niño llorando desesperado reclamándole al cielo el por qué de su suerte. Yo quise contribuir un poco con esa felicidad que le habían devuelto de a poquitos pero se la arrebataron una tarde así como así. Por eso, llegué a la casa y le pregunté a Lalo si aún tenía sus juegos antiguos de Play2. Él también es como un niño con esos juegos y cuando tenía la versión anterior se compró más de 50 juegos. "Por qué preguntas? Quieres dárselos a Silvino no?", no soporté y con las lágrimas que escondí cuando escuché la historia le dije que sí. 

Al día siguiente le entregué la caja a la mamá de SIlvino y sus ojos me dijeron todo. Esa tarde contribuí un poquito más con la felicidad de ese niño. No hay nada más reconfortante que eso.

Más reconfortante aún es cuando luego le pregunté a su mamá qué le había dicho Silvino al recibir la caja:
- Mamá, es la señorita que me regaló los caramelos en Halloween no?
- Sí hijito.
- Dígale a la señorita Marité, que la amo!!!!!!!!!!!!!!!!

Esta Navidad Silvino será un poquito más feliz sin duda.


4.12.13

Haiku de diciembre

Días así, llenos de trabajo y sin tiempo ni de respirar, quitan el aliento a cualquiera. Hacen que lleguemos a la casa, colguemos la cartera y simplemente caigamos rendidos a esperar el mañana. Conversar de a poquitos mientras las palabras sin sentido cobran vida propia y los teléfonos quedan sin cargarse para el día siguiente. 

Ni los sueños tienen título en estos días, no calan y se olvidan al segundo de haber desfilado por el subconsciente agotado que solo espera poner la cabeza en la almohada para irse al otro mundo un ratito. Porque sí, para mí dormir es estar en el más allá por un poquito de tiempo. Sino, ¿cómo es que a veces soñamos con los que ya no están con nosotros y nos dicen cosas con total sentido? No hay otra explicación. Es irse al más allá y volver cuando sale el sol. Magia pura.

Estos días son bipolares, como yo. Por un lado son "ricos" porque se van al toque, pero por otro desesperan porque parecen correr como palomas al viento. No hay tiempo ni para pararse para ir al baño. Llamadas por teléfono al esposo, se reducen al segundo que aprovechas para tomar agua porque ya la garganta pide chepi. Y al final,  ni el agua calma.

Son días que llegan sin avisar, y todo parece ser para el minuto que se acaba de ir. 
Son días que estresan un poco más pero son del todo reconfortantes cuando se van.
Son días que se cuentan luego como anécdotas, pero en el momento desesperan.
Son días de espera para que llegue la calma.... y aquí mi haiku.

Es la espera
Cómoda y pesada
Que desespera


2.12.13

Se acaba el año...

Cada inicio de mes es como un lienzo en blanco. A veces me siento positiva con ganas de darle la mejor cara y decir "este tiene que ser EL mes" y qué más da si ya es el último del año, tenemos que despedirlo con pica-pica y globos de fiesta. Pero otras veces, arranco con un poco de miedos y pensamientos fatalistas que no ayudan para nada. 


Ayer arrancó diciembre, el mes del tráfico extremo, del loquerío en las calles, la grati que se va al día siguiente por pagar deudas, del estrés de los regalos, del amigo secreto que espera tener el "mejor amigo", de las colas hasta para ir al baño, de los lonches navideños que engordan hasta por consumir el aire que se respira, de los cuetecillos el 24 y 31 y el miedo de ver a Bruno temblar escondido detrás de mi o de quien sea para tratar de librarse del sonido y sensación de terror que debe sentir. Es un mes complicado.

Además, esta semana, como para empezar con el pie derecho, es la semana más cargada del año. Es más, del siglo creo. Hace unos días, me di cuenta que un día en el calendario está abarrotado de "pendientes". El día 5 del mes es un loco calato: análisis de rutina, reuniones de la chamba agendadas con meses de anticipación, citas que confirmar, eventos que cubrir y para colmo, el concierto de INCUBUS. ¿Cómo estaré en dos lugares a la vez? No lo sé, pero pensé en todo ese día y me estresé, sobre calenté, me hice bolas. Sí, puse freaky por adelantado.

Se vienen días en que tendré que batallar la ansiedad y ganas de comerme cuanto chocolate se me cruce en el camino. Así que, sálvese quien pueda. Este fin de semana, contra mi voluntad, fui el cuco más temido del año. Me peleé con el mundo de viernes a domingo a las 00:00 horas. Y me siento agotada. Física, y mentalmente. Es que lidiar contra los monstruos internos me deja sin aliento. 

Pero lo importante está en que yo lo sé. No soy ninguna loca que anda por la vida renegando y desfogando con el mundo sin reconocer luego que "se pasó de la raya". A veces, el pequeño criter que llevo dentro me posee para dejar salir la versión más fea de mí. Por eso es que lo tengo tan encerrado que cuando sale, huyan todos. Porque ese no tiene piedad por nada ni por nadie. Qué miedo no?

En fin, diciembre es un mes estresante, pero también es un mes lindo. Con muchas promesas que cumplir y metas que lograr. Pues depende de él cómo se catalogue este 2013. Tengo fe en él y en todo lo que tiene por demostrarme. 

Y es que hay semanas así. Con agendas llenas y corazones expectantes, en las que todo lo que esté apuntado y subrayado, tiene que salir bien. Como debe ser...  

A ver si me sorprendes... 
Diciembre...


27.11.13

Días que son especiales

Es increíble cómo cuando somos niños, jugamos siempre a ser grandes de una u otra manera: las barbies regias que tienen hombres perfectos, se casan y son felices con sus hijos. Obviamente en el caso de las mujeres. Los hombres son eternos niños pero ese no es el punto; luego la parte del colegio, donde ya no aguantamos las ganas de entrar a la universidad y trabajar; cuando trabajamos ya se vuelve un poco diferente el "juego" o queremos adelantar unos cuarenta años para jubilarnos (no puedo creer que falte tanto para rascarme) o soñamos tanto con una máquina fantástica que nos lleve de nuevo a la época del cole, donde el máximo estrés era que los papás revisen el "memorandum". Ese libro donde se anotaban las tareas y todos los llamados de atención de los profes: las faldas cortas, las uñas pintadas, los celulares, las conversas en hora de clase... etc, etc, etc.

Y luego de la etapa del trabajo y la deseada jubilación ¿qué viene?. Eso lo veremos en unos años, pero yo la veo ahí en su camita tapada hasta el cuello sin querer moverse y pienso cuando se llega a una edad las cosas ya no son tan fáciles de manejar. Ya decir: "quería jubilarme y descansar tranquila" no forma parte de la lista de deseos que ahora solo se redujo a uno. Llega un momento que los años pasan, y pesan. Y en algunos casos pesan más de lo que uno puede pensar.

Es fácil animarla diciendo "hoy vamos a tomar lonche", "mira qué lindo, en tu día sale sol", "qué bonitos regalos te han hecho", pero no es fácil comprender porque esa sonrisa que siempre tuvo en el rostro ahora se asoma solo de vez en cuando. No es fácil escuchar que ya no quiere regalos, que ya no quiere cumplir más años. No es fácil comprenderlo.

A veces me dan ganas de decirle que no tiene que estar así, que la vida sigue y tiene que comprender que seguro su misión en la tierra aún no ha terminado. Que tal vez ella tiene que quedarse más tiempo para enseñarnos a todos que la vida larga sí existe, y que el hecho de vivir rodeada de personas que la quieren y le conversan tan igual como alguien de su misma edad sí es posible. Me dan ganas de decirle que no se gana nada diciendo que no quiere estar más en este mundo porque le está dando la espalda a la vida. Esa vida que tanto le dio por muchos años. Pero qué derecho tengo yo, y no llevo ni la mitad de vida vivida que ella.

Pero la verdad, es que luego pienso y medito... 
No debe ser tan fácil cumplir 94 años.

Feliz cumpleaños abuelita!!!
Aunque no quieras, hoy celebramos que sigues aún con nosotros.


25.11.13

Sabios que no escriben libros

A veces quisiera cerrar los ojos para llegar a una determinada fecha, pero luego me pongo a pensar y no sería tan divertido. 


"El viaje de está haciendo largo, pero todo tiene una recompensa", dijeron por alguna vez los "no tan" sabios. Pero qué razón tenían sin necesidad de tener un renombre ni portada en los libros más vendidos de las tiendas. Aún recuerdo ese día en que me lo encontré en la calle, jalando sus trapos viejos acompañado de Billy, su perrito de orejas desiguales y mancha negra en el ojo izquierdo. Sin casa y sin ropa limpia iba dando consejos a todo aquel que aparcaba en "su zona". 
- Le cuido el carro señorita.
- Sí bueno. Está bien.
- Su voluntad nada más. Todo lo recibimos con cariño.
Me intrigaba saber por qué hablaba en plural, y un día le pregunté.
- Señor, tiene familia trabajando con usted?
- No señorita. Soy solo yo y yo solo.
- Mmmmm y por qué siempre hablas en plural.
- Ah pues señorita, no ve a Billy? Él es mi único amigo. No discrimina. Él me acepta como soy.

Esa forma de hablar me impresionó porque soy yo la que tiene esa premisa como lema "al perro no le importa si eres gordo, flaco, bonito o feo, él es el único que todo lo aguanta y todo lo perdona". 
- Qué bonita forma de pensar señor.
- Gracias Señorita, le cuido su carro.
- Claro, está bien. No me demoro. 

Al llegar lo encontré lavando sus manos en el balde agua sucia con el que estaba limpiando los carros.  El perro lamía los restos que caían a la pista haciendo pequeños charquitos de agua aún más sucia.
- Tenga señor.
Antes de abrir el carro le regalé una botella de agua y un paquete de galletas. A Billy, le di un puñado de la comida para perros que llevaba siempre en la maletera de mi carro. Ambos quedaron muy felices. 
- Ay gente bien mala señorita. Pero no les hago caso. Ellos discriminan.
Repetía siempre lo de la discriminación y ya entendía de donde venían esos comentarios. 
- No has pensado buscar trabajo o ir a vivir a otro lugar.
- Lo he pensado. También he pensado que podría cerrar los ojos y dejar que la vida pase. Pero no lo haría sabe? Creo que algo estoy pagando, por eso vivo aquí, en un lugar sin techo y sin alguien que me espere al final del día. Solo Billy. Así pensaba cuando perdí la estabilidad y así pienso hoy. Se me está haciendo largo el camino, pero de qué sirve seguir andando si no lo observamos con detenimiento. Esta agua sucia en la que me lavo tiene una razón de ser. Y estuviera con los ojos cerrados, no sabría que está sucia, pero ahora que sé que lo está mi forma de ver lo que viene cambia.

Confieso que no entendí lo que dijo, porque hablaba un poco extraño, y además no tenía mucho sentido ene se entonces. Fue en mi casa y pensando en el señor del estacionamiento que aprendí que la vida nos conduce por el camino que debemos estar ahora si es que hemos sabido escucharla. Y aunque esperemos por buenas noticias mucho tiempo, es porque aún no nos toca recibirlas. 

Todo tiene un por qué.
Y todo llega, cuando tiene que llegar.

22.11.13

Viernes de fe

Hoy...
No hay lugar para los malos pensamientos...
Está prohibido quejarse del mundo...
De los días que no se deciden si brillar o enfriar...
Está prohibido renegar...
Del tráfico (aunque suene imposible)...
De las reuniones y pendientes...
De los mails que tienen complejo de bomba...
De las voces altas...
Está prohibido cambiar sonrisas por caras largas...
No reír después de un chiste por más malo que sea...
De los caminos sin patrón en el suelo...
Está prohibido decir "no"...
Se puede reemplazar más no ser pronunciada....
¿Se puede?

El tiempo es tan escaso que no podemos permitirle ni un solo segundo a la mala vibra.
Y si aparece, como siempre cae en la fiesta donde no lo invitaron, conducirlo a la puerta de salida más cercana. Para que no deje heridos a su paso, vendemosle los ojos. Así tal vez, la indiferencia lo haga más chiquito y deje que la ventana por donde aún entra esa línea de luz, siga iluminando por toda la eternidad. O si quiere, más quiere eso también.  

Está prohibido dejar de soñar...
No solo hoy, sino siempre...
Pero hoy más que nunca...


Dicen que lo bueno, se hace esperar.
Por mientras, esperemos agarrados de la mano para no doblegar.
Así, esperar sí vale la pena.

El heroe de mi vida